Hasta ahora, siempre he usado las palabras hidratar y humectar, en lo que se refiere a cuidado de la piel, como si fueran lo mismo. Y hace 1 mes me llegó un correo promocional de una marca gringa de cuidado facial, y decía lo contrario, que hidratar y humectar eran diferentes. AHHHH?!?!? Eso despertó mi curiosidad, entonces empecé a investigar el tema.
Arranqué por las definiciones de diccionario de la Real Academia Española (https://www.rae.es/), que dicen:
“Hidratar:
- tr. Proporcionar a algo, especialmente a la piel o a otro tejido, el grado de humedad normal o necesario. U. t. c.prnl.
- tr. Quím. Combinar un cuerpo con el agua. Cal hidratada. U. t. c.prnl.”
“Humectar:
- tr. humedecer. U. t. c.prnl.
- tr. Aplicar o introducir un humectante(2. m. Sustancia que mantiene el contenido de agua de un material.).”
Hidratar habla de proporcionar humedad, y la humedad es agua. Y humectar habla de mantener el contenido de agua de un material, en este caso la piel. Entonces, desde sus definiciones vemos que el primero es entregar agua y el segundo es mantenerla adentro.
Además, el agua es vital para nuestra piel y para el funcionamiento de nuestro organismo. Porque nuestro cuerpo está compuesto entre un 60-70% de agua, y esto varía según el sexo y la edad. Las mujeres tenemos menos agua y a medida que cumplimos más años también perdemos más de este preciado líquido. De allí la importancia de la hidratación y la humectación para nosotras. Además, la piel está compuesta de agua en un 70-75% aproximadamente. Entonces, cuando hidratamos nuestra piel estamos ayudando a proporcionarle esa agua que se va perdiendo con la edad. Y al humectarla estamos evitando que el agua se escape o se evapore (técnicamente se le llama: pérdida de agua transepidérmica).
¿Bueno, y eso como se interpreta en lo que tienen que ver con el cuidado de la piel?
En mi investigación encontré que esta diferencia es muy relevante y que tiene que ver con los productos que escogemos y en que orden los utilizamos. Para entenderlo piensa en un vaso con agua y aceite adentro. Los 2 líquidos están separados, el agua abajo “atrapada” y el aceite arriba actuando como “barrera”. Lo mismo ocurre en la piel. Y por eso debemos usar primero los productos base agua para hidratar y luego los productos base oleosa para reforzar esa barrera protectora de la piel. Si usamos primero los humectantes, la barrera oleosa no dejaría que los ingredientes hidratantes penetren tu piel, eliminando su efecto positivo. Si no quieres desperdiciar tu hidratante debes usarlo antes de la humectante.
Como diseñar tu rutina de cuidado:
Luego de limpiar tu piel lo primero que debes usar son los productos hidratantes. Se destacan los tónicos, mists y algunos sueros. Busca ingredientes como el ácido hialurónico, que es uno de los hidratantes mas efectivos, porque funciona como un imán que recoge agua del ambiente y la fija en las capas de la piel. Otros ingredientes hidratantes son el propilenglicol, alfa hidroxiácidos, glicerina y niacinamida.
Luego de la hidratación y los tratamientos enriquecedores, debes “sellar” los productos con una humectante para que todos esos ingredientes activos se queden dentro de la piel y no se evaporen. Las humectantes son generalmente en crema o leche / loción, pero existen ya algunas en gel y otras texturas más livianas que son ideales para pieles mixtas y grasas. Algunos ingredientes humectantes son ceramidas, dimeticona, aceites naturales como el de coco y karité.
La humectación es especialmente importante en la noche, debido a que la piel está en proceso de regeneración y descanso y durante este periodo las glándulas sebáceas están menos activas y producen menos sebo. Que es la barrera natural oleosa de la piel. Reforzarla con humectantes, ayuda a que tu piel no pierda aun mas hidratación durante la noche.
Esta aclaración de conceptos para mi fue una grata sorpresa. Y entenderlo me ayudará a diseñar una rutina de cuidado facial efectiva, donde todos los ingredientes activos puedan actuar y dejar ver sus beneficios. Con la tranquilidad de saber que no estoy desperdiciando ningún producto. Por eso recuerda, los productos más aguados y ligeros van primero y los oleosos y espesos van al final, así: Limpia hidrata, humecta y protege!